Claves para el Desarrollo Emocional de los Niños
Desde el momento de su nacimiento, los niños necesitan la presencia de personas significativas que les proporcionen cuidado, ternura y seguridad.
Cómo los adultos pueden fortalecer estas relaciones:
- Siendo sus referentes:
- Brindando información sobre el entorno: “Este es un sonajero”, “Esa es una flor”.
- Describiendo acciones cotidianas: “Voy a cambiarte el pañal”, “Es hora del baño”.
- Presentando a los miembros de la familia: “Este es tu abuelo, ella es tu tía, tu prima”.
- Interpretando y respondiendo a sus expresiones: “Te veo fastidiado, pronto llegaremos a casa y podrás descansar”, “Parece que no te gustan los fideos”.
Ampliando su red de apoyo:
Promoviendo una red de vínculos seguros y confiables. A menudo, los abuelos, tíos y otros familiares colaboran con los padres, pero si esto no es posible, podemos relacionar a los niños con personas de la comunidad. Esta red es vital para que los niños tengan el soporte necesario para su desarrollo y para ser atendidos en situaciones de emergencia, como accidentes, enfermedades o desastres naturales.
Comprendiéndolos:
Recordá que los niños pequeños pueden tener dificultades para seguir las indicaciones de dos personas al mismo tiempo. Pueden estar bien con la abuela y sentirse confundidos cuando llega la mamá, lo que puede alterar su comportamiento. A veces, esto se expresa en frases como: “Estaba muy bien hasta que llegaste”. En realidad, esto se debe a que el niño ha pasado mucho tiempo con una persona y de repente debe adaptarse a otra. Su cerebro aún no está preparado para cambios tan bruscos, por lo que puede reaccionar de esta manera.
Estas situaciones pueden ocurrir con diferentes personas: educadora-mamá, papá-mamá, tío-abuelo. El problema no reside en los adultos, sino en la falta de madurez del niño para mantener la cercanía con ambas personas al mismo tiempo.
- Te compartimos pautas para fortalecer las relaciones con los niños y compartirlas con quienes participan en su crianza:
- Mantén la cercanía: Cada vez que interactúes con el niño, utiliza gestos, actitudes amorosas, palabras, movimientos y acciones que lo hagan sentir aceptado tal como es.
- Proporciona seguridad: Hazle saber que lo cuidarás y estarás presente en cualquier situación que necesite de ti.
- Sé su modelo a seguir: Cuidá tus palabras, acciones y actitudes. El niño imitará lo que ve en ti, no solo lo que le dices que haga.
Ser padres implica experimentar una gran diversidad de emociones: alegría, frustración, esperanza, inquietud. Sin embargo, es el compromiso más grande de nuestras vidas y nos permite crecer como seres humanos.
Fomentar relaciones de calidad con nuestros hijos no solo fortalece su desarrollo emocional, sino que también construye una base sólida para su futuro.
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